La reina exiliada

Hace tiempo, poco antes de escribir esta entrada sobre El Rey Demonio, tuve la oportunidad de charlar con su autora, Cinda Williams Chima, y le dije algo que me pidió permiso para citar en su propio blog (aunque creo que finalmente no lo hizo). Le conté que había encontrado el libro por casualidad en medio de otros cientos, y que lo que me llamó la atención fue su portada. Que esperaba otra típica obra de fantasía adolescente con pocas sorpresas, y que, sin embargo, no tardé en percatarme de que estaba ante algo diferente, mucho más maduro e interesante. Le expliqué que lo que más me gustaba del mundo que crea esta saga era que ningún personaje era perfecto, que todos tenían un pasado complejo, que ninguno estaba libre de culpas y fallos. Han no es el héroe ni el villano, no es el muchacho que simplemente debe aprender a sobrevivir, sino que se trata de un personaje que intenta con todas sus fuerzas salir del agujero de su pasado, de los años en que tuvo que vivir y pelear en las calles de Puente del Sur para sacar adelante a su madre y a su hermana. Raisa no es la princesa ingenua ni tampoco la soñadora que no quiere tener nada que ver con su linaje: es una chica que sabe perfectamente lo que el futuro le depara, que entiende el peso que hay sobre sus hombros y, aunque tiene sus propios deseos ajenos a la soberanía, antepone el trono a todo lo demás y actúa reflexivamente.

Todo lo que me llamaba la atención de los personajes en la primera entrega sigue inalterable en la segunda, si bien todos ellos avanzan y se encaminan hacia el lugar al que quieren llegar. La reina exiliada es en parte un libro de transición entre los cimientos que sentaba El Rey Demonio y lo que nos depararán El trono Lobo Gris y una supuesta cuarta parte que parece ser que también existirá (tal vez una secuela... porque no creo que la historia dé tanto de sí). Pero que sea un puente entre uno y otro no significa que carezca de calidad e importancia en sí mismo. Es una novela larga (lenta en ocasiones, especialmente durante la primera mitad) y cargada de acontecimientos que son ese pequeño giro de manivela que precipitará todo lo que suceda en adelante.

Las vidas de Han y Raisa no hacen más que cambiar, pero por el momento todo apunta a que sus senderos no andan muy lejos el uno del otro y que pronto se toparán en alguna encrucijada. Toca, nuevamente, esperar con ansia, tal vez hasta dentro de un año. Confío en que valdrá la pena.