domingo, 21 de agosto de 2016

LOS Mary Sue


Estaba ayer viendo High Fidelity (2000; John Cusack, Joelle Carter, Jack Black), cuando me acordé de un tema que recuerdo haber debatido con alguien hace tiempo en los comentarios de este blog; se habla con muchísima frecuencia de los personajes femeninos que aparecen en cine, literatura o series y de que una gran parte de ellos no son más que clichés, pero pocas veces se menciona que lo mismo les ocurre a los masculinos.
Pasando por alto que cada día creo menos en los géneros socialmente impuestos, es un hecho que se nos venden con frecuencia personalidades que ya conocemos porque responden a estereotipos y no exploran nada más. En algunos casos esto sucede así porque se busca que importen más otras cosas (como en el cine de terror de las últimas décadas) o porque hay ciertas constantes con las que el público al que va dirigida la obra se va a sentir identificado: por ejemplo, en el caso de las Mary Sue, es sencillo que una chica de catorce años conecte con una protagonista insegura, que se ve a sí misma como torpe y feúcha; pero que al final resulta increíblemente atractiva para todo hombre que se la cruza y que tiene una serie de capacidades especiales que la hacen única.
Encuentro normal y positivo que se critiquen los clichés porque es bueno que en los medios se represente y dé visibilidad a las distintas facetas de los seres humanos: a sus blancos, negros y muchos tonos de gris; en fin, que no se nos convenza de que hay dos posibles personalidades y ya está. También es muy necesario que se ponga fin a esa creencia de que lo que toda muchacha (y muchacho; ahora voy a ello) en sus cabales desea es que otros hallen en ella la belleza en vez de hacerlo ella misma, así como encontrar el amor y vomitar arco iris. Lo que sí me molesta un poco es que incluso en esto seamos cínicos y nos emperremos en criticar los tópicos solamente cuando afectan a las mujeres.
Como comentaba, veía esa buena película de John Cusack (que recomiendo, por cierto) y pensaba en esos personajes masculinos a los que conoces sin necesidad de muchas presentaciones; nada que ver con un estereotipo que sí está reconocido popularmente y denominado Gary Stu (que se refiere a esos varones perfectos y capaces de superar cualquier adversidad gracias a su valor y amor por la vida), sino los verdaderos Mary Sue que comparten con éstas características básicas: hombres a priori torpones, que no saben lo que hacen en el mundo, frecuentemente frikis y aburridos en sus relaciones, pero que por alguna razón resultan especiales para las féminas que los rodean y hacen que toda la historia gire en torno a ellos, identificándose sin vía de escape posible con el autor que les ha dado vida y buscando que el público masculino también se sienta parecido a ellos.
Los estereotipos no están mal siempre y cuando vengan dosificados y sepamos distinguir claramente entre realidad y ficción; por ejemplo, (500) days of Summer es una de mis películas favoritas y se ha criticado muchísimo a la protagonista (interpretada por Zooey Deschanel), cuyo arquetipo es denominado manic pixie dream girl (y olé). Sin embargo, es bueno que se vea más allá y se empiece a escribir sobre personas reales, complejas, con distintas caras y aristas, con objetivos y frustraciones. Y digo personas; ni mujeres, ni hombres, ya que el machismo y los tópicos afectan a todos.

Se pueden disfrutar y valorar obras con personajes cortados por un patrón ya conocido, ¡faltaría más!, pero ojalá abunden pronto también las historias tridimensionales e inclusivas.  

2 comentarios:

  1. Es verdad, las Mary Sue suelen ser un fenómeno que se da más a menudo en personajes femeninos, y que en general, son el resultado de una mala narración o en el mejor de los casos, de una obra primeriza con sus defectos (de hecho, hay también un litmus test para saber si el personaje que se ha diseñado cae en esta categoría).
    Ahora mismo, en personajes masculinos no me viene ninguno a la cabeza, salvo quizá, Peter Bishop de Fringe, un protagonista que aparece ahí hablando tropocientos idiomas, siendo un genio de la ciencia, la estafa, y todo un atractivo. La serie me gustó, pero en cuanto lo vi al segundo episodio, me costaba señalarlo con el dedo al grito de "Gary Stu!".

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    1. Como Gary Stu señalan sobre todo personajes de anime, el típico prota bueno al que todo le sale bien al final.
      Pero con los femeninos me parece que se pasan de críticos... ¡hasta el punto de hacer tests a ver si tu personaje encaja! Yo creo que a muchas se las llama Mary Sue injustamente.

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